«El 8M no es un feliz día, debe ser un día de conmemoración para exigir justicia y que no nos sigan matando, para que no nos sigan maltratando, ni violando, para mejores condiciones laborales y educacionales entre muchas otras mas».

Por Paola Cárdenas

Feminista, estudiante de Periodismo, candidata a concejala de Paillaco

La historia nos revela el significado equivocado que se le da hoy en día al 8M. En 1910,en Dinamarca, hubo una conferencia mujeres de distintos países para impulsar el voto femenino y rendir homenaje a los movimientos que se levantaban en todo el mundo en favor a los derechos de la mujer, en esa conferencia surgió la idea crear un día en conmemoración a las mujeres, a una semana de este hecho murieron 140 mujeres en una fábrica en New York por lo que el Sindicato de Mujeres Trabajadoras se levantó a exigir mejores condiciones laborales, mientras que en Rusia luego de la guerra mujeres protestaban por paz, quedando el día 8 de marzo como «Día Internacional de la Mujer Trabajadora».

Es por esto que hoy no felicitaré a nadie y más bien diré que «vivas nos queremos» y que por ellas y por todas nuestras compañeras hay que seguir luchando, por justicia hasta que no vivamos en desigualdad laboral y de prevención, con peligro a que nos violen, asalten y maten solo por ser mujeres.

Porque hoy, en Paillaco, en Chile y en el mundo no es ningún privilegio ser mujer, pero si lo es ser un hombre heterosexual blanco y con dinero por el simple hecho de que este no es sometido a ningún tipo de discriminación, ni por su género, condición sexual, o racial.

Muchas y muchos en nuestra comuna discreparán de mis palabras y aún no se dan cuenta de que vivimos bajo un modelo cultural que ha sido reproducido históricamente por diversas culturas y que se ha mantenido vigente hasta los días de hoy. El patriarcado que en sencillas palabras es el creador y reproductor tanto de la violencia de género como de la violencia contra la mujer, ya que es un modelo sociocultural que pone la supremacía de la masculinidad por sobre cualquier tipo de conducta femenina, esto involucra también a la comunidad LGTBQ+. Entonces, ¿por qué nos felicitan? ¿por qué somos mujeres creadoras de vida y capaces de ser madres?, cuando esto es solo una imposición cultural que nos meten en la cabeza desde que somos niñas con juguetes que fomentan los roles de género.

Porque ni siquiera somos dueñas de nuestro cuerpo para decidir cuando tener o no tener un hijo o hija, por falta de educación sexual y no sexista, por anticonceptivos de fácil acceso en el servicio público que fallan todos los meses, que provocan desbalances hormonales y un montón de contraindicaciones con las que se podría hacer una enciclopedia. Con el aborto siendo un privilegio de clase, y con redes autogestionadas que lastimosamente no alcanzan a llegar a sectores rurales ni mucho menos a todos los lugares necesarios, y con una dificultad gigante cuando se habla de esterilización en la que médicos cuestionan a la mujer y hay una enorme lista que avanza lentamente en todo lo que refiere a operaciones quirúrgicas en el sistema público.

Aquí muchas dirán «yo si soy dueña de mi cuerpo» ¿en serio lo eres? , o sea que tienes planificación de vida y si te fallan las anticonceptivas ¿puedes decidir no parir?, y supongo que también te puedes vestir como quieras en un lugar como Paillaco sin peligro a que te acosen en la calle, que te digan cosas tus familiares o cercanos acerca de tu cuerpa, que estás flaca, que estás gorda, que tienes estrías, pelos, ¿Qué les da ese derecho? ¿Sucede lo mismo con un hombre? ¿Y con una niña de 15 años? ¿O de 13?. Si les da lo mismo, bacán, solo no hay que normalizar estos comportamientos, nadie tiene derecho a decirte cosas en la calle, silbarte, o tirarte besos, nuestra cuerpa es un templo no un objeto, y menos un objeto de opinión pública.

La violencia contra la mujer se manifiesta de diferentes maneras en plano social y el plano de pareja. En el plano social es la diferenciación, desigualdad y discriminación, que la podemos ver en el trabajo, oportunidades laborales, en las pensiones de las AFP’s, dentro de las manifestaciones más comunes y hay que tomar en cuenta que esta brecha de género está dentro de las dificultades para que un país avance y disminuir la pobreza, porque cada vez son más las madres solteras que salen adelante solas. La violencia dentro de la pareja no son solo los golpes, también es psicológica cuando te cela, te humilla, te aísla y te vigila, también es sexual cuando te presiona, te exige prácticas que no te gustan, se niega a usar preservativos, o te los niega, es económica cuando maneja tu sueldo, cuando debes pedir permiso para comprar, cuando no sabes cuanto gana, o cuando te impide trabajar y es simbólica cuando se trata de chistes que te hacen sentir mal, o con referencia a tu cuerpa o intelecto.

Si esto te pasa, pide ayuda a cualquier organización feminista de seguro estará a tu disposición, no olvides que tu pareja también te puede violar, que no es no y que tu vida es tuya. Según CIPER, «De un total de 131 femicidios reconocidos por SernamEG, solo el 14,5% de los juicios está concluido y el 51% se encuentra en proceso. En el 27% de los casos los imputados se suicidaron, lo que originó el sobreseimiento. En 2020, en medio de la pandemia, se registraron 151 femicidios frustrados, el número más alto en los últimos ocho años.»

El 8M no es un feliz día, debe ser un día de conmemoración para exigir justicia y que no nos sigan matando, para que no nos sigan maltratando, ni violando, para mejores condiciones laborales y educacionales, ya que no hay que olvidar que el movimiento el 2018 empezó en la Universidad Austral por profesores abusadores. Nos vemos hoy a las 18:00hrs en la plaza en las actividades organizadas por la Colectiva de Mujeres Paillaco con todas las medidas de protección necesarias, habrá una velatón, intervención artística, confección de carteles, una mateada feminista, entre otras actividades. Han sido años de lucha del movimiento feminista, que nos a permitido estudiar, votar y muchas cosas mas, sin embargo, aún queda mucho por avanzar.